Esta semana celebramos el segundo aniversario de la llegada a casa de nuestro hijo Diego después de dos meses en el hospital. El tiempo que pasamos en la unidad de intensivo neonatal (NICU en inglés) fue el más intenso, doloroso, hermoso, amoroso y apabullante de toda mi vida. Si hay algo que aprendí de la experiencia fue a apreciar cada momento y a celebrar cada paso por más pequeño que sea.
