El Instituto de Estadística de Puerto Rico publicó un “dashboard” en línea con los números de casos sospechosos, confirmados y negativos. Incluye los datos demográficos. Al 17 de marzo:
57 personas estaban bajo evaluación o habían sido evaluadas
5 casos confirmados de coronavirus
31 negativos
21 esperando por los resultados de la prueba
Hay que tomar en cuenta que la muestra todavía es muy pequeña para tratar de decir cualquier cosa sobre el contagio de coronavirus en Puerto Rico.
El aislamiento
Me he puesto en una dieta de noticias. La prensa de Puerto Rico se muestra desorientada y poco precisa, en especial la radio. A eso se suma la falta de fuentes confiables, ni el gobierno, ni los científicos, ni los comunicadores tienen las herramientas para manejar algo tan fuera de nuestra imaginación.
Me llamaron del supermercado para decirme que, de toda la orden de comida que hice el sábado para entregar el martes, solo tenían disponible: yogurt, queso parmesano y aceite de oliva. Me tocará salir a buscar lo que necesito. Al momento estoy abastecida. Ordené comida china para entrega. Limpié todos los envases antes de cenar. El mensaje de la galleta de la fortuna: Try to channel excess energies into rejuvenation.
Hice mi primer videochat con Diego. Vi a Ismael Serrano cantar en vivo for Facebook. Trabajé un poco. Hice ejercicios.
La prensa sigue publicando notas aclaratorias sobre la Orden Ejecutiva y el toque de queda. Hay cosas que no quedan claras. El Colegio de Abogados y Abogadas advirtió de errores.
Mi hijo está con su papá. No hay guías para manejar la custodia compartida en tiempos de toque de queda y aislamiento por una pandemia. Cambiamos el itinerario para ajustarnos. Ojalá nos funcione. Es lo más difícil del aislamiento.
Los medios y la prensa siguen funcionando al momento. No sé cuál es la capacidad de manejar el evento. La información disponible tanto de la prensa como del gobierno es confusa.
Me escribió por texto temprano una amiga preguntarme si había recibido algo en el correo. Me levanté con esfuerzo. Tomé café. Me vestí con algo presentable pero que pudiera echar en la cesta del laundry después de bajar el lobby de mi edificio. Abrí la puerta de mi apartamento. El ascensor ya estaba en mi piso. Toqué el botón del ascensor con el codo. Llegué al lobby, abrí mi buzón, saqué tres cosas; la cuenta del agua, una carta de mi banco y un paquete pequeño enviado por mi amiga. Regresé a mi apartamento. Abrí las cartas y el paquete, deseché todo en la basura y me lavé las manos hasta el codo.
El aislamiento no me pesa tanto. Pero una cosa es la cuarentena voluntaria, el distanciamiento preventivo, y otra muy distinta es que el gobierno te ordene a quedarte en casa y te envíe alertas estrepitosas por el celular todas las noches.
Cerré con una videoconferencia familiar. Compartimos experiencias, teorías, información, chistes y anécdotas. Especulamos mucho sobre lo que todo esto significa, este fin del mundo tal como lo conocemos.
Junta Familiar (Culebra/Santurce/Hato Rey)
La noche estuvo inusualmente silencia. Muy poco tránsito por la Ave. Baldorioty y el túnel Minillas. Por primera vez, no me despertaron las motoras, ni los carros con música a todo volumen.
Lo que sí leí
El Colegio de Abogados y Abogadas dice que la orden de toque de queda tienen errores.
La atención punitiva en contra de la ciudadanía y en plazo excesivamente corto hace de la medida una de muy difícil cumplimiento y se presta para situaciones discriminatorias. El Estado debe ser muy cauteloso al momento de intervenir con quien se encuentre en lugares públicos aun por razones no contempladas como excepción en la orden ejecutiva. La orden hay que atemperarla al derecho vigente, corregir las referencias constitucionales, y reconocer que los derechos fundamentales de la ciudadanía son el garante de la democracia”, concluyó.